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El “aceite del motor” para el cuerpo
La alimentación adecuada durante el ejercicio requiere más que la reposición de calorías y líquidos. Implica también, un soporte constante y adecuado de electrólitos. Los electrolitos son comparables con el aceite del motor de su automóvil, no hacen funcionar el motor, pero son absolutamente necesarios para que todo funcione sin problemas. El correcto funcionamiento de los sistemas digestivo, nervioso, cardiovascular y muscular depende de los niveles adecuados de electrolitos.
Los calambres musculares, aunque hay muchas teorías sobre por qué suceden, con mayor frecuencia implican una hidratación inadecuada y / o una reposición inadecuada de electrolitos. Nadie quiere calambres, por supuesto, pero recuerde, los calambres son el último aviso de agotamiento de electrolitos. El calambre es la manera dolorosa de decir «Hey! ¡Estoy vacío! ¡Recarga ahora o voy a parar! «Es como la luz del aceite en el tablero; Usted nunca va a dejar que el aceite llegue a su nivel más bajo porque lo que sucede a continuación es que el motor se funde.
Esa es precisamente la razón por la que no debe esperar a que los calambres le recuerden tomar electrolitos. Así como no debe esperar hasta estar seco antes de reabastecerse, o si está deshidratado antes de reponer líquidos, su régimen de abastecimiento debe incluir siempre estos minerales esenciales y reponerlos consistentemente.
Desafortunadamente, muchos atletas se centran erróneamente sólo en la sal (cloruro de sodio), sin entender que los requerimientos del cuerpo son un poco más complejos. Necesita un reabastecimiento de electrolitos de amplio espectro que no sólo incluya sal, sino también calcio, magnesio y potasio. El rendimiento óptimo requiere un suministro consistente, adecuado y BALANCEADO de estos nutrientes importantes.
Cuando los atletas confían únicamente en la sal, o si consumen demasiada sal a expensas de otros minerales electrolíticos, neutralizan e incluso cierran los mecanismos del cuerpo que le permiten volver a circular -y así conservar- sus reservas de sodio. Una vez que el cuerpo detecta que está recibiendo demasiado sodio de una fuente externa (alimentos salados, tabletas de sal, productos electrolíticos que contienen exceso de sodio), la hormona aldosterona le dice a los riñones que dejen de filtrar y recircular el sodio. Esto obliga al cuerpo a agotar más sodio, mucho más de lo que normalmente sería (¡eso no ayuda al rendimiento!), mientras que otra hormona, la vasopresina, comienza a predominar, causando retención de líquidos no deseada y desagradable.
Otros síntomas asociados con el desequilibrio electrolítico incluyen dolores musculares, espasmos, dolores de cabeza, dolor en las articulaciones, mareos y problemas digestivos. Estas son todas las cosas que quiere evitar cuando está haciendo ejercicio.
La reposición adecuada de electrolitos durante el ejercicio de resistencia requiere una reposición gradual y consistente que incorpore TODOS los electrolitos, no sólo sodio. También requiere recibirlos en cantidades que apoyen, pero no anulen, los mecanismos normales del cuerpo.
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Extraído de Hammer Nutrition Chile
